Analogía entre dos momentos históricos de la industria del envase: De la lata de Peter Durand a Ecopeel™ de Eviosys
Como ya sabemos, en 1810 el inglés Peter Durand patentó el uso de envases de hojalata. Las ventajas del nuevo envase metálico eran múltiples. Desde la conservación de los alimentos durante largos periodos de tiempo, la facilidad de la conducción del calor de cara a calentar la comida en el mismo recipiente, su resistencia a incidentes, …, lo que lo convirtió en un avance significativo en su época. Así los primeros usos de las conservas fueron militares y para servir a aventureros.
Y aunque un par de años después, Bryan Donkin y John Hall empezaron a comercializar los envases metálicos por primera vez para conservar guisos de carne y verduras, hubo que esperar aún algunos años más para que los primeros alimentos enlatados aparecieran de forma habitual en los colmados ingleses.
No obstante y con esfuerzo se avanzó muy rápidamente en la mejora de las técnicas de fabricación y mantenimiento de los alimentos envasados. De esta manera se consiguieron retos importantes en aquella época como preservar los productos alimenticios perecederos, envasar en los tiempos de abundancia o cosecha, transportar adecuadamente los alimentos a puntos lejanos con escasísimas pérdidas, disponer de ellos fuera de su temporada, facilitar la preparación en el hogar, economizar costes así como garantizar la calidad de los alimentos.
Lo que no ha cambiado es la elección del metal como el material ideal para la elaboración de las conservas.
Si bien, el gran reto inicial fue la conservación de los alimentos, la evolución del envase se ha ido perfeccionando para responder a otros grandes retos no menos importantes.
El reto de la apertura
En sus comienzos, los envases metálicos no eran fáciles de abrir. Es más, los soldados británicos abrían sus latas con bayonetas y navajas, incluso con un disparo de fusil si era necesario. Como ejemplo, sirva la cita en una conserva que el explorador Sir William Edward Parry se llevó a su expedición al Polo Norte y que rezaba: “Córtese alrededor de la parte superior mediante martillo y escoplo”.
La patente de Peter Durand posibilitó grandes cosas, por ejemplo conquistar el Polo Norte o los viajes transatlánticos. Pero la gran dificultad del envase, aparte del peso, era una apertura realmente complicada.
Hoy en día el salto evolutivo es evidente. Tomemos como comparativa el ejemplo de Ecopeel™ de Eviosys. Una lata que ya no necesita de herramientas ni de esfuerzo para ser abierta. Gracias a su lámina pelable y su borde en 45º se facilita su apertura sin apenas esfuerzo ni dificultad.
Y quién diría que hoy día con un simple giro podríamos abrir sin esfuerzo una conserva. Así es como también nuestra tapa abre fácil Orbit aparece marcando un punto de inflexión en la historia de los envases.
La extracción del alimento
Dependiendo de cómo fuera el método de apertura y la herramienta utilizada, el orificio irregular que se practicaba en las primeras conservas suponía una dificultad añadida a la hora de extraer el alimento.
Hasta que no se perfeccionó la lata con un reborde superior y una plancha metálica muchísimo más delgada no comenzó a ser factible el empleo de un instrumento abrelatas y de una apertura más cómoda.
Ecopeel™ también es un claro ejemplo de evolución en este sentido. Ofrece una salida de alimento al 100% y un vaciado del contenido de forma muy sencilla.
El peso del envase
La disminución del peso de los primeros modelos fue uno de los principales retos.
Las primeras latas superaban con creces el peso de su contenido. Cargar, apilar, transportar estas útiles conservas conllevaba un gran esfuerzo.
Hoy día la evolución de los envases de metal posibilita paredes cada vez más y más finas.
Además de para solventar las cuestiones logísticas y de usabilidad, también para ahorrar materiales y recursos al planeta.
En el caso de Ecopeel™, el fino grosor de sus paredes de metal reciclado aligera el peso de forma sorprendente, llevando el envase de metal a la mínima expresión en su historia.
La comodidad como objetivo
Además poseer un sistema abrefácil es hoy día crucial para la comodidad de los consumidores.
En ese sentido Ecopeel™ es una lata que se entrega con la lámina pelable ya sellada mediante la tecnología de sellado por calor directo. Las marcas sólo deberán rellenar y sellar el fondo con un equipo de sellado normal.
Se consigue, de esta manera, que el proceso de llenado de las marcas sea cinco veces más rápido.
El nuevo reto vital: La sostenibilidad
El reto de llegar al Polo Norte o atravesar el Atlántico no es menos dificultoso que el reto actual de la sostenibilidad.
No cabe duda de que la innovación requiere de grandes desafíos. Imprescindibles para mejorar y evolucionar cada día.
Si bien las latas metálicas de Peter Durand se idearon para dar solución a las tropas y a aventureros, Ecopeel™ se ha diseñado pensando en la sostenibilidad, la comodidad y la inclusión.
La parte superior curvada del cuerpo permite sustituir el mecanismo de apertura tradicional, que requiere un armazón de acero adicional. Con Ecopeel™, la lámina se sella directamente en la parte superior del cuerpo de la lata para ahorrar material y reducir la huella de carbono.
Así reducimos un 20 % las emisiones de CO2 con cada lata.
Situamos la sostenibilidad en un objetivo principal al que debemos responder. Haciendo que nuestros partners puedan alcanzar a su vez sus objetivos sostenibles y medioambientales.
No cabe duda que los antepasados de Eviosys, que tiene 200 años de historia, fueron protagonistas de una época y de esos emocionantes inicios de la industria del envase metálico.
Hoy día seguimos con el mismo espíritu curioso e innovador. Liderando la industria y aceptando nuestra responsabilidad para con el planeta y los consumidores. Creando envases sostenibles e inteligentes, conformados con metal infinitamente reciclable.
Me gusta pensar que el metal de esas primeras e históricas latas bien pudiera ser el mismo que utilizamos hoy día en nuestras conservas.
Eva de Eviosys