Sobre los inicios de la conservación hermética y los envases metálicos en España
Como muchos sabéis, el inventor de la conservación hermética de los alimentos fue (lo contábamos AQUÍ en nuestro post) Nicolas Appert, para dar solución al problema de la alimentación de las tropas de Napoleón. Esto sucedía en Francia a comienzos del siglo XIX..
Además, en 1810 Peter Durand registra una patente con el nombre “Método para preservar alimentos por largo tiempo en vasos de cristal, cerámica, metales ó materiales apropiados”. Esta patente es concedida por su Majestad Jorge III ante la preocupación del mayor alcance en las marchas de las tropas de Napoleón gracias a sus provisiones más duraderas.
Pero, ¿cuándo llegaron las conservas a España?
Algunas fuentes apuntan al naufragio de un barco francés cerca de las costas gallegas, y a las conservas llegadas a la costa entre los restos del naufragio como un hito relevante en el conocimiento de las conservas en nuestro país.
Sea como fuere, en la segunda mitad del siglo XIX comienza el inicio de la industria conservera española, aplicando las técnicas de Appert y posteriormente los conocimientos de Pasteur como una innovación relevante en la conservación de alimentos.
Nace una nueva industria que actualiza las fábricas donde se realizaban salazones y ahumados que era el método tradicional más extendido por entonces.
Grabado Ilustración Americana La pesca en Galicia. Museo ANFACO de la Industria Conservera
Las primeras conservas españolas
Aunque la implantación de la conserva en nuestro país es progresiva y va incorporando mejoras de producción y mecanización, la primera fábrica gallega que empieza a realizar conservas fue “Caamaño”, allá por 1850 en el municipio coruñés de Noia. Curiosamente envasando perdices y pichones. Después, llegarían otras factorías especializadas en envasar productos del mar como lo fueron Curbera y Goday.
Conservas Curbera. Fuente: Museo Anfaco CECOPESCA de la Industria Conservera
En un principio eran los propios conserveros quienes fabricaban sus propios envases, pero poco a poco fueron apareciendo fabricantes de latas y envases propiamente dichos. Una especialización que ya existía en el resto de Europa, especialmente en Francia e Inglaterra. En nuestro caso, la historia de Eviosys se remonta a hace 200 años.
"La Noyesa" en un reportaje en "Vida Galega" 1918
La falta de sardinas en Francia, en la segunda mitad del s. XIX, fué otro factor que impulsó la industria conservera en Galicia. La exportación al país vecino y la creación de las primeras empresas mixtas entre los dos países fueron sin duda una gran aportación al sector. Los conserveros franceses aportaron formación, técnica y capital. Pero además la creación de un mercado seguro en el que poder crecer.
Pero no solo el mar se benefició de la industria conservera, también los productores agrícolas. Las primeras conservas vegetales nacen en La Rioja y se consolidan en Calahorra. Creando un incipiente desarrollo industrial en una zona de gran riqueza agrícola. A finales de siglo existen ya 49 empresas de conservación de vegetales en Calahorra que producen especialmente pimiento morrón dulce y pasta de tomate que se exporta principalmente a EE.UU y Latinoamérica.
Mujeres soldadoras. Interior de fábrica en Punta Balea. Taller de vacío, Archivo Pacheco AFP 200650. Concello de Vigo.
Fuente: Frupomar Museo de la Conserva
Un salto cualitativo en la alimentación de marinos y navegantes
Las conservas eran muy eficaces sobre todo para marinos y navegantes que realizaban largas travesías. Su dieta en alta mar se basaba en pescados en salazón, frutos secos, frutas almibaradas, semillas,… Una opción nutritiva poco equilibrada y con pérdidas de vitaminas con el paso del tiempo. Esto unido a una mala conservación de los alimentos que hacía que la comida se estropeara fácilmente y estuviera en mal estado podría suponer complicaciones tan graves como el escorbuto.
Así pues, las conservas aportan una alternativa saludable y vital en muchos casos. Siendo, en aquella época, un producto de lujo para algunas mesas pero una tabla de salvación para muchos otros usuarios.
La apertura: ¿Cómo se abrían las primeras conservas?
En los comienzos, en el diseño de las conservas no se había tenido en cuenta cómo abrirlas. Hay que comprender que el peso del envase metálico era muchas veces muy superior al del contenido. Hasta que no se perfeccionó la lata con un reborde superior y una plancha metálica muchísimo más delgada no comenzó a ser factible el empleo de un instrumento abrelatas.
Así, en las guerras, los soldados hacían uso de sus bayonetas para abrir sus conservas. También se empleaban cuchillos, navajas o herramientas “agujereadoras”. Como ejemplo curioso la cita en una conserva que el explorador Sir William Edward Parry se llevó a su expedición al Polo Norte y que rezaba: “Córtese alrededor de la parte superior mediante martillo y escoplo”.
Quién diría que hoy día con un simple giro podríamos abrir sin esfuerzo una conserva. Así es como nuestra tapa abre fácil Orbit aparece revolucionando la historia de los envases.
España es, en la actualidad, una de los países más destacados en la fabricación de conservas. Llevando lo mejor del mar y del campo a las mesas de los consumidores. Como hemos visto, la historia de las conservas es realmente interesante, supone todo un desafío para el ingenio humano y para la capacidad de innovación. Una carrera que en Eviosys seguimos liderando desde hace más de dos siglos.